¿Cómo nos vemos desde la Luna?
Hace 40 años, durante la misión Apollo 8, los astronautas que iban en ella para explorar la Luna, descubrieron algo más sorprendente: la Tierra. Los astronautas se encontraron ante el singular paisaje de la Tierra apareciendo por el horizonte de la Luna. Parte de su misión incluía tomar fotografías de la luna pero ¿quién se resistiría a fotografiar la espectacular salida de la Tierra? La imagen en cuestión cambió por completo nuestra visión del mundo. La humanidad pudo contemplar la Tierra como un todo, sin fronteras, una esfera de belleza deslumbrante. Allí había un hogar digno de ser protegido.
La fotografía descrita como la de “mayor influencia ambiental jamás tomada", movilizó a ecologistas, científicos y tecnólogos; y pronto se fue creando la flota moderna de satélites que observan la Tierra y que la NASA utiliza para monitorizar y predecir el tiempo, así como para examinar los agujeros de ozono e investigar el cambio climático.
Pero ¿qué sensación tendrían aquellos astronautas pioneros, si hoy pudieran repetir su viaje y contemplar una vez más nuestro planeta?
Las imágenes que pudieran traer de vuelta mostrarían a un planeta devastado, lo que antes fueron bosques vírgenes, ahora son ciudades, carreteras, cultivos comerciales, complejos industriales y demás. El mensaje que traerían de vuelta sería una urgente llamada de atención a la conservación ambiental.
En realidad, no es necesario que viajasen a la Luna, ya que hoy se tienen desarrollos tecnológicos para observar nuestro planeta. Una de estas tecnologías es la teledetección o percepción remota. Que es una técnica que nos permite el registro y análisis de información sobre algún objeto o superficie, a través de métodos y tecnologías englobadas en el uso de fotografías aéreas e imágenes de satélite.
La aplicación de la Teledetección en la evaluación, clasificación y mapeo de los recursos naturales, es ahora crucial para medir la pérdida de los bosques. Por ejemplo, alrededor de algunos parques nacionales se puede observar cómo los bosques que los rodean se convierten a velocidad vertiginosa en distintos proyectos de desarrollo. Esto a mediano y largo plazo afectará la salud de los sitios protegidos, por lo que es necesario tomar medidas a la brevedad. Una tarea importante para la conservación será medir, verificar y monitorear las emisiones provenientes de la deforestación. Es aquí en donde la teledetección es crucial para medir la pérdida de los bosques.
La deforestación a gran escala es fácilmente identificable usando imágenes de sensores de satélite. Mientras que los parches más pequeños pueden ser detectados usando satélites que ofrecen imágenes de mayor resolución. Con ello es posible identificar los focos de deforestación, y una vez identificados, pueden ser examinados más cuidadosamente por medio de observaciones de tierra o por aire.
No es necesario que cada país cuente con su propio satélite, ya que mediante un trámite especial y la debida capacitación, se puede tener acceso a los datos de la cobertura del terreno recolectados por los satélites de la NASA, Landsat, y del Sistema Francés para la Observación de la Tierra (SPOT).