Se conocen desde 1885, año en que se vieron por primera vez delgados filamentos azules en el cielo mientras oscurecía. En julio de 2008 astronautas de la Estación Espacial Internacional (EEI) observaron una hermosa banda de color azul eléctrico; estiman que estaba ubicada a poco más de 80 km sobre la superficie terrestre, es decir, en el límite de la atmósfera y el espacio. Aún se desconoce el origen y la dispersión de estas nubes, pero los científicos de la NASA lo están investigando, podría asociarse al cambio climático pues sus primeros avistamientos coinciden con la Revolución Industrial. De los hallazgos se sabe que:
Las nubes nocturnas brillantes (NCL por sus siglas en inglés) aparecen durante el verano polar, su distribución es amplia y tienen variaciones de horas a días.
Las NLC están hechas de minúsculos cristales de hielo, que miden de 40 a 100 nanómetros de ancho, tamaño adecuado para dispersar las longitudes de onda de color azul que provienen del Sol. Pero también se han detectado cristales de hielo mucho más pequeños que no dispersan demasiado la luz del Sol y por lo tanto las nubes compuestas por estos cristales son difíciles de ver, pero constituyen una pieza clave de toda esta escena.
Algunas de las formas de las nubes nocturnas brillantes se asemejan a las formas de las nubes que se encuentran cerca de la superficie de la Tierra. Esto indicaría que la dinámica del clima en el límite con el espacio podría no ser tan diferente a la terrestre.
FUENTE: ciencia@Nasa